Se denomina Circuito del Atuel a un recorrido que comprende a los embalses El Nihuil, el Dique Valle Grande y al río Atuel que llega hasta la ciudad de San Rafael. Un paseo imperdible.
Orografía, hidrografía y además viento
El río Atuel comienza a una altura de 3.500 metros, alimentado por una serie de lenguas glaciarias que descienden de la Cordillera Andina entre los cerros Morado y Paso de las Leñas.
El caudal del río Atuel está en realidad formado por el Atuel propiamente dicho y por su único afluente, el río Salado.
A unos 500 metros aguas abajo de la presa embalse El Nihuil, el río empieza a cortar a la Sierra Pintada formando un cañón de unos 50 kilómetros de longitud denominado Cañón del Atuel.
Este cañón finaliza en las últimas estribaciones de las Sierras de San Rafael, a escasos minutos de la ciudad mendocina.
Villa Turística El Nihuil
La villa turística El Nihuil rodea literalmente el embalse más grande de la provincia de Mendoza, que en sus casi diez mil hectáreas de agua alberga a grandes poblaciones de pejerreyes y truchas que logran cautivar a cientos de pescadores que todos los fines de semana se dan cita en sus costas.
El lago permite apreciar un espectáculo de color sin igual que se sucede fin de semana a fin de semana y durante los meses de verano, cuando los amantes del windsurf y del kitesurf despliegan cientos de velas multicolores y se aprovechan del viento para hacer de las suyas.
Alrededor de este bello dique se encuentra un terreno increíble de dunas de arena que superan los trescientos metros de altura y se vuelven ideales para llegar hasta la cima de ellas, algo que desde hace tiempo viene haciendo el Dakar cuando disfruta de esta bella escenografía mendocina.
Valle Grande y sus formaciones eólicas
Descendiendo desde la villa El Nihuil hasta Valle Grande nos encontraremos con un serpenteante camino consolidado, bautizado como El Cañón del Atuel, que recorre paisajes geológicos que dejan maravillados a quienes se internan a través de las numerosas y variadas figuras que el viento, el agua y el tiempo supieron tallar sabiamente.
Formaciones como el Museo de Cera, el Sillón de Rivadavia, El Lagarto, Los Viejos, Los Monstruos, la Ciudad Encantada, El Mendigo, Los Jardines Colgantes, Los Monjes, a los que se suman los distintos embalses y pequeñas centrales hidroeléctricas que van alimentando el mismo Río Atuel, logran dar vida a un paisaje de ensueño.
Este camino alcanza su punto máximo cuando llegamos al Dique Valle Grande, que alberga en su interior a millones de litros de aguas de color celeste esmeralda que invitan a la practica de actividades náuticas y otros deportes de aventura que se suceden incluso en los mismos paredones interminables del embalse.
Si optamos por seguir bajando el río (aguas abajo de la presa) podemos encontrar una gran cantidad de prestadores turísticos que se han dedicado a rubros que van desde el alojamiento en complejos y cabañas, hasta verdaderos oasis de la gastronomía local y regional, junto a los más prestigiosos prestadores turísticos.
Especializados estos en deportes de aventura como ser el trekking, rappel, senderismo, escalada y tirolesa; vuelos en parapente, safaris fotográficos y cabalgatas, además de rafting, kayak, doky y cool river, que se practican en los rápidos del río Atuel y en sus alrededores.
Aguas abajo, rafting y la ciudad.
A tan solo 37 kilómetros de la ciudad de San Rafael se encuentra este circuito que sabe enamorar al turista de la provincia de Mendoza y de esta fascinante región que en los últimos años ha logrado multiplicar verano a verano turistas y nuevos habitantes estables.
Hoy, en el Cañón del Atuel se dan cita tanto los turistas que llegan a disfrutar de las formaciones naturales y de los deportes de aventura, como científicos atraídos por los depósitos prehistóricos, que se describen en Estudios Arqueológicos.
El río Atuel corre lento luego por la llanura sanrafaelina y luego desemboca en el río Desagüadero-Salado, ya en la provincia de La Pampa, luego de brindarnos un despliegue de aventuras y anécdotas inolvidables para quienes hemos tenido la suerte de visitar la zona.