Cada año la celebración suma invitados y la casa parece quedar chica para compartir esta comida que los primeros pobladores de origen francés impusieron en la comarca.
Solo cuando se participa de esta sabrosa ocasión se logra responder algunas preguntas que surgen al imaginar cómo se prepara el omelette king size. Los miembros de la cofradía que la ha preparado a través de los años pueden explicar algunos de sus secretos culinarios.
¿En qué la cocinan? Una enorme sartén de más de 4 metros de diámetro es lo apropiado. ¿Qué cantidad de huevos utilizan? Ya han roto el récord de más de 15.000 huevos y van por más. Cien kilos de jamón, cebolla de verdeo, aceite, perejil y otros condimentos en su justa medida dan sabor y forma a esta tortilla campestre. Detrás de ella quedan historias de vida de quienes eligieron estas tierras templadas y de buen suelo para tareas de agricultura y ganadería.
Con entrada libre y gratuita, los días viernes, sábado y domingo de la fiesta se colman de recitales, exposiciones, obras de teatro y juegos para toda la familia.
El domingo las actividades comienzan muy temprano, con el armado del lugar donde cien maestros cocineros preparan la omelette. La tarea se realiza en presencia de todos con el esmero con que las abuelas lo hicieron en su propia casa para los suyos. Cuando el plato está en su punto, comienza la degustación: cada invitado recibe su porción de esta exquisitez que cuenta con su fiesta propia en varios lugares del mundo.
El misterio finalmente se devela: la omelette no se da vuelta, sino que se asemeja a un revuelto de huevos que, con el agregado de exquisitos complementos, le da vida a una de las más utilizadas recetas de la cocina francesa.
Como frutilla del postre, la comunidad alemana de Pigüe acompaña esta celebración con su pastel típico de la región del Volga, que se reparte generosamente entre los concurrentes. En conjunto, es un homenaje divertido y pintoresco a los inmigrantes europeos.