Que en el norte argentino el diablo metió la cola no hay dudas. Utama, que significa "tu casa" en Aymará, es un resumen perfecto de la región. Donde la cerámica y la pintura son fieles protagonistas.
Vale la pena entrar
La puerta es oscura y no todos se animan a pasarla, pero vale la pena hacerlo. Apenas se cruza el umbral, es posible observar un Arte con mayúscula que nada tiene de comercial y sí mucho de conocimiento.
Distintos cuadros, láminas, cerámicas, piezas, rostros y muñecos apenas se dejan ver con la luz tenue de la hora de la siesta.
Adentro se encuentra un verdadero maestro, no sólo de todo lo que respecta al arte norteño, sino también a una forma de vida que merece ser tenida muy en cuenta y que se traduce de manera perfecta en cualquiera de las obras que allí viven. Y digo viven, porque realmente, cada uno de los objetos que allí existen forma parte de una puesta en escena típica, mística y temible, pero no por eso no verdadera.
Haro Galli, un Maestro
Emilio Haro Galli tiene 52 años muy bien vividos, y su sello artístico no sólo se halla reflejado en toda Tilcara, donde sus murales o graffitis son comunes por todo el pueblo, sino que sus figuras pueden verse por todo el noroeste.
En forma regular, expone en Buenos Aires, en Rosario, en La Paz y en Cuzco. Muestra a través de sus obras no sólo los personajes del norte argentino sino también la forma en que éstos se relacionan entre sí, en qué creen y qué sentido le dan a la vida, representando de manera perfecta las creencias, saberes, miradas, pasiones y vivencias de hombre y mujeres del norte argentino.
Sus mujeres tejiendo o coqueando, sus hombres cosechando uvas para hacer vino o peleando, sus diablos o brujas, sus soles o lunas, son algunos de los elementos característicos de cuadros y esculturas que prácticamente no entran en el taller.
El Diablo siempre está
Distintos saberes populares aseguran que en esta región, el diablo existe y que cada uno de nosotros lo poseemos en nuestro interior. Que de vez en cuando aflora y que es durante los carnavales cuando sale del cuerpo y se libera del hombre. O que en realidad son los hombres los que permiten, durante un mes, salir al diablo que llevan dentro.
Lo cierto es que estas miradas de la vida se manifiestan artísticamente, y el diablo tiene su lugar protagónico en la pintura, en las artes plásticas así como también en la literatura o la música.
El famoso carnaval tilcareño, que aquí se festeja durante el mes de febrero y que se entierra tradicionalmente durante los primeros días de marzo, es un claro ejemplo del protagonismo que adquiere el Diablo.