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Es uno de los destinos preferidos por las familias que visitan la Costa Atlántica en busca de tranquilidad, mar y mucha arena. Los chicos son felices y los grandes también. Gracias, Valeria…
El centro comercial de Valeria del Mar no tiene nada que envidiarle a otros balnearios más importantes, ya que en él se resuelven todas las necesidades y antojos del verano.
Quienes amamos el aire libre y consideramos que es necesario dejarles un planeta mejor a nuestros hijos hacemos eco de la campaña de espacios limpios.
Su nombre fue puesto en honor a Valeria Guerrero, hermana de Felicitas Guerrero, la antigua dueña de estas tierras. Es un balneario tranquilo de hermosa forestación y confiterías, pubs y casas...
A solo unas cuadras de Valeria, en los médanos de Ostende, se ubica una de las más antiguas casas de veraneo de la costa y tiene mucho para contar.
Pegada a Pinamar, esta localidad nació del sueño de los belgas Robette y Polín, quienes le compraron las tierras a la familia Guerrero para construir una ciudad gemela a la de sus memorias en la costa de Bélgica.
Cualquier lugar de la costa atlántica puede ser el punto de partida para conocer una de las ciudades más campestres de la provincia de Buenos Aires.
Es la alternativa ideal cuando los días de playa no acompañan. A minutos de Valeria del Mar se encuentra un paraíso del pescador deportivo: La Salada Grande.
Ostende, la localidad vecina, se jacta de contar con uno de los hoteles más antiguos de la costa, que conserva la estructura original de los primeros años del balneario.
Los paisajes que encierra la Provincia de Buenos Aires son muy diferentes entre sí: el campo, las sierras, las grandes urbes, las lagunas, el delta del Paraná y las playas de la costa atlántica.
Desde tiempos remotos, hacer una parada en viaje hacia o desde la costa atlántica representa la excusa perfecta para tomar un café con las medialunas más reconocidas del país.
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