“Pehuén”, “araucaria araucana”, “piñorero” son algunos de los nombres que admite esta especie arbórea que tanta importancia tiene para los habitantes originarios. Se le rinde culto todo el año, pero su fiesta se desarrolla en Aluminé junto a la celebración de Semana Santa.
Durante cuatro días de festejos dedicados a consolidar y aunar las creencias mapuches y criollas, la ciudad tira la casa por la ventana. Destrezas de campo y espectáculos artísticos de canto y danza de música tradicional sureña componen el programa extenso de actividades. Se complementa con ferias artesanales, eventos deportivos y comidas típicas.
Un momento muy emotivo es cuando se realiza la plantación de un ejemplar de pehuén como símbolo de su continuidad y para que en el futuro sus frutos ricos en proteínas aseguren el sustento a quienes lo sembraron. En el pasado, fueron la base de la alimentación del pueblo mapuche, ya que en sus distintas formas de cocción cuentan con valores nutritivos y hasta medicinales.