Es un espacio realizado íntegramente con hielo. Beber una copa y escuchar buena música es distinto a lo que ocurre en los bares tradicionales y por eso hay que visitarlo.
San Carlos de Bariloche tiene el halago de contar con el primer bar de hielo de América del Sur, como ya lo tienen algunas ciudades europeas y americanas. Es una nueva manera de pasarla bien, en un ámbito no convencional y por eso decidimos conocerlo con algunos amigos. La puerta y el pasillo de ingreso fueron entonados con un frío color azul como para ambientarnos. Un gran salón con paredes desnudas y varios sillones fueron la antesala de esa gran novedad que íbamos a buscar. Allí, con temperatura normal, agradable, junto a buena música esperamos a los amigos que aún no habían llegado. Nos acercamos a la barra para templar el cuerpo con algo caliente, ya en la calle la temperatura de la noche era baja. Mientras una linda
barwoman preparaba cócteles y combinaciones, escuchamos excelente música y vimos videos en una gran superficie de proyección con tecnología
mapping que reflejaba cristales de hielo en todas las paredes.