Elegante Hotel Llao Llao

Mientras lo recorríamos, nos dejamos sorprender por la conjunción de elegancia y confort de sus salones para convenciones, sus amplios comedores y las habitaciones privadas.

Sobre la orilla del lago Nahuel Huapi, sobre una loma, el Hotel Llao Llao se muestra imponente y casi infranqueable para quienes no están alojados en sus instalaciones. En su interior se valoran su historia y la calidez de sus ambientes.

Desde el ingreso por el edificio Bustillo, todo fue brillo y ambiente refinado. En la inmensidad del salón principal nos esperaba un hogar prendido y nos dejamos hundir en sus cómodos sillones.
Luego, cordialmente acompañados por gente del hotel, disfrutamos de cada una de las dependencias. Reconocimos la calidez de su decoración, tapicería y techos de grandes vigas de madera.

Pasamos por sus salones de estar y los de convenciones, en los que prevalecían los grandes ventanales, los excelentes cortinados y la madera de ciprés. La naturaleza virgen del exterior se confundía a través de los cristales con las distintas ornamentaciones del interior.

  • Sus amplios comedores

    Sus amplios comedores

  • Un elegante hotel

    Un elegante hotel

  • La calidez de su decoración, tapicería

    La calidez de su decoración, tapicería

  • Alfombras de exquisito diseño

    Alfombras de exquisito diseño

  • Techos de grandes vigas de madera

    Techos de grandes vigas de madera

  • Sus cuidados jardines

    Sus cuidados jardines

  • Hotel-emblema de Bariloche

    Hotel-emblema de Bariloche

En nuestra habitación ubicada en el ala Moreno, todo estaba pensado para una estadía confortable. Al atardecer, el gimnasio nos esperaba con máquinas de última generación y compensamos el esfuerzo con una corta zambullida en la piscina.

Queríamos conocer los inicios del hotel y obtuvimos algunos detalles de su historia. Supimos que durante la presidencia del Dr. Ezequiel Bustillo en Parques Nacionales se inició un cambio importante en la aldea de montaña.

Bariloche comenzaba a ser un destino turístico y se pensó en ofrecer hotelería e infraestructura de excelencia para atraer turismo del exterior. El arquitecto Alejandro Bustillo estuvo a cargo del proyecto del Hotel Llao Llao y pudo inaugurarse en el año 1938.

En cuanto a su construcción, prevalecía la piedra y troncos de madera con techos de tejuela de alerce, materiales nobles de la zona. Un año después de su inauguración, un incendio destruyó totalmente el hotel y fue reinaugurado en el año 1940.

En esta ocasión, se utilizaron los materiales como lo conocemos en la actualidad: mampostería, hormigón, piedra verde y techos de teja normanda. Pero todavía le estaba reservada otra sorpresa al hotel-emblema de Bariloche. Cerrado durante 13 años a partir de 1980, mostró su triste y deteriorada fachada a quienes llegaban a sus jardines.

Reabierto en 1993, ha ido incrementando la cantidad de habitaciones y clientela, 50 % nacional y otro 50 % extranjera. Hoy, el Hotel Llao Llao es un destino turístico en sí mismo. Sorprende día tras día con nuevas actividades y es conocido a nivel internacional por su Semana Musical Llao Llao. El mes de octubre se viste de corcheas, fusas y semifusas junto a los famosos atardeceres previos a las veladas musicales nocturnas.


Uniendo historias

Luego de dar una vuelta por las dos alas, la Bustillo y la Moreno, preguntamos: “¿Qué distingue ambos edificios y qué los hace similares?”. Nos respondieron: “Los ambientes y habitaciones son distintos, tienen un estilo en común que puede definirse como un hotel de montaña, donde tradición y actualidad combinan de forma amónica”.

El ala Bustillo huele a historia sin que ello signifique “algo viejo”. Su frente permanece inalterado desde que fue construido, ya que fue nombrado Patrimonio Histórico Municipal.

Interiormente, telas y mobiliario jugaban un papel fundamental en cada ambiente. Las alfombras de exquisito diseño parecían hundirse a nuestro paso y amortiguaban el sonido ambiente. Avanzamos por el largo pasillo de los locales del centro comercial y la galería de arte.

Un puente panorámico lo une al ala Moreno, el sector “joven” del hotel que guarda un refinado estilo artesanal patagónico con elementos de caza y campo. Las habitaciones son muy amplias, de acuerdo a los estándares internacionales de hotelería.

A través de ventanales y galerías externas del hotel tuvimos real identificación con el paisaje. Allí los lagos Moreno y Nahuel Huapi y los cerros López, Tronador y Capilla envuelven la estadía de cada uno de los pasajeros.

Y ahí estábamos nosotros, sorprendidos por haber realizado una visita impensada a un Hotel Llao Llao que es un lujo para la ciudad. Nuestra premisa será de aquí en más regresar y seguir disfrutando de sus novedades.

Autor Mónica Pons Fotografo Eduardo Epifanio

Contacto de la excursión o paseo


Llao Llao Hotel & Resort

Av. Bustillo - Km. 25, San Carlos de Bariloche, Río Negro, Agentina

Teléfono Teléfono: +54 294-4448530

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