El Centro de Interpretación Histórica El Calafate es una invitación perfecta para conocer la historia del lugar y de la Patagonia argentina.
Renovado totalmente, el Centro de Interpretación Histórica El Calafate posee cuatro salas más y su recorrido histórico y geológico abarca 100 millones de años. Cuenta con esqueletos de dinosaurios y mega mamíferos únicos en la zona.
Inaugurado el 1º de octubre de 2003, es el resultado de un sueño y de todo un proceso de trabajo y dedicación desarrollado por el profesor de historia Luis Calleja con Martín Rivas y la ayuda de la antropóloga Alicia González.
La idea es proponerle al visitante un viaje en el tiempo ayudado por paneles escritos en español e inglés, láminas con dibujos y fotografías, gigantografías, exhibición de objetos, utensilios y réplicas de elementos, además de los relatos sonoros que acompañan el itinerario.
De este modo, quien recorre el museo puede aprender sobre los procesos glaciarios y las transformaciones ecológicas del pleistoceno. La megafauna y el arte rupestre reflejan fielmente la Patagonia prehistórica. La cultura tehuelche y los primeros encuentros con los colonizadores es otro de los puntos que más se destacan, junto a la importancia de la producción ovina (vital para el establecimiento del hombre) y las grandes estancias.
La visita recorre también los conflictos laborales y las huelgas patagónicas con sus trágicos desenlaces y nos conduce hasta los orígenes de la ciudad de El Calafate.
El Calafate fue fundada el 7 de diciembre de 1927 por un decreto del gobierno nacional que asignaba quinientas hectáreas al sur del río Santa Cruz sobre el Lago Argentino. Su nombre se debe a la existencia de un corpulento calafate (especie de árbol) cerca del arroyo que cruza el pueblo y que era utilizado como posta por los carreteros que transportaban lana de las estancias.
El primer almacén fue construido por Armando Guillón y en 1913 pasó a manos de unos inmigrantes de La Coruña: la familia de José Pantín. Fue uno de los primeros asentamientos que se dieron en la zona.
Esta familia no sólo tuvo el almacén de ramos generales sino que abrió un hospedaje que rápidamente se convirtió en posta del camino cordillerano, donde se alojaban todos los viajeros que llegaban hasta estas latitudes.
Mientras Argentina crecía como país luego de alcanzar su centenario, la conmoción causada por la huelga revolucionaria que se inició en 1921 y se extendió hasta 1922 movió al gobierno nacional a proyectar la urbanización de las áreas cordilleranas, tomando como referencia la posta de El Calafate.
En 1946 se aprobó la mensura del pueblo y se autorizó a la Administración General de Parques Nacionales y Turismo a construir la intendencia del Parque Nacional Los Glaciares.
Sin embargo, el escaso número de habitantes estables hizo que la transformación de El Calafate en municipio se retrasara hasta el año 1973; las tierras se transfirieron al ejido recién en julio de 1978. Ya en democracia, en 1983 El Calafate tuvo su primer intendente.
El Centro de Interpretación no sólo cuenta esta historia, sino que permite vivirla como si estuviera viva. Sólo hay que entrar y sentirla, quienes hoy ofician de guía poseen un conocimiento valioso para compartir.