Playas, balnearios y estilo en Pinamar

Prohibido estar out

Si existe un balneario de la costa atlántica que posee su propia filosofía de vida, sus códigos, fieles visitantes y habitúes, ese es Pinamar. Aquí, las playas se “visten” materialmente con las marcas nacionales e internacionales más reconocidas del planeta y esto no molesta para nada a quienes todos los años se acercan a sus paradores. Por el contrario, año tras año miles de turistas la eligen nuevamente no sólo para disfrutar de las vacaciones, sino también para conocer las nuevas tendencias e innovaciones de la moda, del glamour y tecnológicas.

Las máquinas de fotos digitales, las computadoras portátiles y los teléfonos celulares de última generación han desfilado por estas playas antes de su llegada a las grandes ciudades.


Besos por celular

Impensable sería ver en Pinamar al típico turista de verano con su sombrilla bajo el brazo, su reposera y, tal vez, una heladerita térmica con alguna comida rápida y liviana para disfrutar el día de sol. Aunque también los hay, a los artículos de playa se le han sumado otros más sofisticados: celulares, mp3, cámaras digitales y hasta notebooks para estar online todo el tiempo.

Jóvenes y adultos se apropian con firmeza de estas nuevas modas que aún de vacaciones nos permiten estar comunicados como en las grandes ciudades. Los adolescentes, que son quienes manejan estos códigos de manera más rápida y natural, han repetido lo de siempre pero ahora con otros métodos. Las salidas nocturnas se arreglan en la misma esquina de Bunge y San Martín (la de la rotonda), pero ahora con celular y mensajitos de texto.

Lo cierto es que aunque para muchos la arena y el mar eran incompatibles con las nuevas tecnologías, Pinamar ha demostrado que las vacaciones pueden fusionarse de manera perfecta con las nuevas tendencias.


Marcas y patentes

Aunque sea en un subtítulo me he dado el gusto. No hay duda que aquí las marcas y las camionetas 4 x 4 se llevan las miradas de todos los veraneantes. Nacionales o extranjeras, las marcas (como si fueran también turistas) eligen pasar sus vacaciones en Pinamar. Entre ellas se encuentran asiduamente Quilmes, Fernet Branca, Personal, Mitsubishi Motors, Nextel, y otras tantas que en los últimos años se han convertido en habitúes de los balnearios.

Los tres paradores más “in” y con mayor movida “fashion” se encuentran apadrinados por marcas de cerveza y, por supuesto, reúnen a la mayoría de los jóvenes, tanto de día como cuando cae el sol.

Como no ocurre en otro lugar de la costa, aquí son las marcas las que dan nombre a las playas. “Yo paro en Quilmes”, le dice una joven rubia a un bronceado y corpulento muchacho para indicarle dónde puede encontrarla. Si éste acepta la propuesta, sabrá que debe buscarla entre los enormes puff y reposeras que definen el nuevo “escenario” de la playa sin las míticas carpas.

Querida por fanáticos y seguidores, esta ciudad costera tiene sus propios códigos y filosofía de vida y, al igual que los cientos de marcas que desfilan por sus paradores, Pinamar desde hace tiempo se ha convertido en una marca propia. Y son millares los que la eligen como la más importante de todas cuando llega el verano.