Elefantes marinos en Punta Delgada

La playa El Arenal es un exclusivo reservorio de mamíferos acuáticos que cada año pasan ahí tres meses para desarrollar parte de su ciclo vital.

Llegar a la playa El Arenal en Punta Delgada permite conocer una colonia de elefantes marinos con características propias, entre ellas la de contar con la mayor concentración de hembras con crías de toda la costa atlántica en primavera. En nuestro viaje, la inmensa soledad del camino solo fue interrumpida por el paso veloz de un zorro gris, pero pueden verse guanacos, maras y choiques.

En una planicie típica de la zona habitan en conjunto el faro, un hotel de campo y la reserva de elefantes marinos. Como las visitas deben realizarse junto a guardaparques y guías habilitados, dos de ellos nos acompañaron por una fuerte pendiente hacia la playa mientras nos contaban detalles de la forma de vida y comportamiento de los elefantes.

Impresiona un poco pasar agachados a su lado para que no se sientan intimidados, pero la presencia de los guías nos dio coraje y seguridad.

  • El sultán y jefe del harén

    El sultán y jefe del harén

  • Acantilado

    Acantilado

  • Miradores

    Miradores

  • Cada año pasan ahí tres meses

    Cada año pasan ahí tres meses

Nos asombró el porte de los machos, con sus varias toneladas de pesos y su gran trompa. Nos contaron que solo uno de ellos es el sultán y jefe del harén de hembras a su disposición. Existen otros machos líderes, pero de menor jerarquía. Entre todos ellos fecundan a las hembras.

Los machos más jóvenes tienen bastante dificultad para iniciarse en el apareamiento y de allí las constantes peleas que se originan en la playa. Cuando los elefantes marinos machos llegan a la costa en el mes de agosto, una de sus primeras tareas es delimitar su territorio y esperar la llegada de las hembras, que generalmente ocurre un mes después. Mientras, se suceden los enfrentamientos.


Dueños y señores

“Las hembras llegan preñadas del año anterior y en un sitio óptimo dan a luz un único cachorro por año. Les lleva unos 30 días amamantarlo y prepararlo para que sea independiente, y nuevamente son fecundadas por el macho”, nos contó el guía. “Viven en constante gestación para que la especie no se extinga.”

Decidimos sentarnos y mirarlos en silencio mientras los constantes “ronquidos” que emiten rompían el silencio imperante. Hacia el mes de noviembre, todos abandonan la playa para dirigirse a las islas Malvinas, Georgias, Orcadas y Sandwiches del Sur por el resto del año.

Los machos proyectan una sensación de poderío, de organización secreta, y están siempre dispuestos a dar un salto sobre un oponente. Si bien no presenciamos una pelea cruenta, muestran constantemente su jerarquía.

Los petreles daban vueltas alrededor de ellos y de nosotros como dando por sentado que no éramos del lugar. Regresamos por donde habíamos llegado, luego de haber presenciado el único apostadero continental de elefantes marinos y su apasionante historia de vida en un ambiente con aire de mar.

Autor Mónica Pons Fotografo Jorge González

Cómo llegarCómo llegar: Después de ingresar a la reserva natural Península Valdés, se continúa en dirección a Puerto Pirámides 70 km más hasta llegar al hotel faro Punta Delgada.
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