¿Cómo sería la ciudad ideal? Tendría que tener historia y tradición. Deberían sobrarle naturaleza y mujeres. Se debería llegar a ella por un puente y tendría que tener un casino al estilo Las Vegas. Así es Victoria.
¿Quién hubiese pensado que esta apacible y campechana ciudad del campo entrerriano se transformaría de un día para el otro en una de las ciudades más pujantes y prodigiosas de nuestro país?Mucho más que un puente
Su crecimiento comenzó años atrás, con la construcción del puente-autopista que la uniría a Rosario (Santa Fe). Victoria pasó a ser el destino elegido, espera a los visitantes del otro lado del río Paraná para ofrecerles su naturaleza y su vida al aire libre. A medida que el puente comenzaba a tener un tráfico sostenido, llegaron nuevas ideas y emprendimientos.
Entre estos surgió uno de los casinos más bellos del país: el Sol Victoria, un magnífico complejo hotelero. A este hermoso proyecto se sumaron también otros hoteles, restaurantes y servicios antes impensados.
Nos sobran los motivos
Victoria posee esa dualidad que la hace perfecta. Por un lado tiene los condimentos tradicionalistas de toda ciudad de campo, donde determinados códigos y vivencias de sus pobladores se encuentran vivos; desde los pescadores artesanales que preparan sus botes y redes, hasta los jóvenes de hoy que, mate y celular en mano, pueblan de color y sonido la interminable costanera local; desde las vecinas que caminan cuadras y cuadras para charlar, hasta cientos de niños que juegan en la plaza frente a la vieja toma de agua, uno de los íconos más fotografiados de la ciudad.
Naturaleza y diversión
A estos tiempos de paso lento se sumó la llegada del casino, la cual trajo consigo un vértigo y una adrenalina que a determinadas horas del día y de la noche se manifiestan en distintos sectores de la ciudad.Las luces, las pantallas gigantes, la majestuosidad arquitectónica del hotel Sol Victoria, sumado al estilo Las Vegas que marcan sus palmeras, arcadas y piletas son lo primero que llama la atención del turista que conocía una Victoria tan distinta a la actual.
Hoy, son las 8 ruletas electrónicas, 16 ruletas tradicionales, 2 mesas de black jack, 2 de póquer, 3 de punto y banca y cientos de tragamonedas las que se encargan durante las 24 horas de divertir y hacer soñar.
Ubicado sobre una de las siete colinas que posee la ciudad, desde el casino es posible obtener una vista panorámica increíble del río Paraná, sus islas y el famoso puente que la une a Rosario.
Un lugar de entretenimientos y espectáculos que merece conocerse, donde artistas y públicos se dan cita todos los días del año para que el visitante cante “Victoria”.