Complejo Peko’s en Carlos Paz

Con el rostro iluminado y la mirada curiosa, los niños entraban tomados de las manos de sus padres. Era feriado y poco a poco el complejo didáctico Peko’s se fue colmando de bulliciosos y traviesos “locos bajitos” que, con gran algarabía, deseaban dar comienzo a un día inolvidable.

Casi con el mismo entusiasmo, porque “todos tenemos un niño dentro”, ingresamos al predio del pintoresco lugar. Sitio elegido todos los años por los turistas que visitan Villa Carlos Paz, Peko’s es un complejo turístico recreativo que ofrece la posibilidad de realizar diferentes actividades en contacto con la naturaleza, disfrutando en familia.

En esta oportunidad, fuimos recibidos por Emiliano y Leonardo, que al igual que el resto del personal, se encargan de brindar información y seguridad a los visitantes. Con ellos, recorrimos las instalaciones del lugar y descubrimos los distintos atractivos.

Primero ingresamos a una jaula gigante, conocida como “La jungla ecológica”. Allí, pudimos observar flamencos, guacamayos y patos, entre otras aves, y como era de esperarse al tucán, que es el símbolo con que se identifica el predio.

Después nos dirigimos al salón de los espejos, donde nos reímos mucho al ver cómo nuestra figura adquiría distintas formas frente al reflejo de los espejos cóncavos y convexos. Gordos, flacos, estirados y achatados, los reflejos vencieron nuestra vanidad frente a las diferentes formas.

Luego visitamos el acuario y el serpentario. En el primero, pudimos ver distintas especies de peces, como el “cola de novia”, las carpas, el pez telescopio, el pez astronauta y el neón, entre otros. En el segundo, las víboras como las boas, lampalaguas, yararás, cascabeles y corales llamaron poderosamente nuestra atención. Aprendimos sobre sus distintos modos de alimentación y sobre lo peligrosas que son para los seres humanos, por el veneno que poseen. Esta importante sala cuenta además con otra clase de reptiles, como las iguanas, y arácnidos tales como tarántulas y viudas negras.

Así, pasamos gran parte de nuestra tarde. Le dimos de comer a los animalitos de la granja, nos internamos en el laberinto de ligustrinas y nos deslizamos por el tobogán gigante que cruza todo el predio. Divertidísimo.

De pronto, por los altoparlantes fuimos invitados a presenciar el “Show de los lobos marinos”, en el que el lobo Agustín fue el gran protagonista de la tarde, robándose todos los aplausos y sonrisas de grandes y chicos. Vale la pena visitarlo.

Al terminar el espectáculo, nos retiramos del complejo muy satisfechos y con la certeza de que Peko’s es un lugar muy entretenido para disfrutar una jornada en familia, donde cada uno vive a su manera esta “gran aventura a cada paso” - como reza el eslogan del lugar. ¡Lo recomendamos!