Por las calles de Caviahue

Las rutas zigzagueantes del norte neuquino trepan montañas, surcan valles y permiten descubrir una población que creció al lado del lago de su mismo nombre: Caviahue. Por su centro de esquí, su vecindad con el pueblo de Copahue y la serenidad de su entorno, es el destino ideal para la relajación y el esparcimiento.

Al recorrer sus calles nos dimos cuenta de que todo se encontraba a mano y que sus pobladores aman el silencio y la serenidad de la vida sin apresuramientos. Reciben a los visitantes como a un amigo que llega a su casa y lo integran a sus actividades habituales con cordialidad y una buena disposición natural.

Un breve paseo por la costanera nos dejó boquiabiertos ante un lago siempre espejado, en el que se reflejaban cerros, nubes y la vida misma del lugar. Tanto en invierno como en verano, es preferible dejar el auto estacionado para caminar por la zona céntrica y descubrir sus edificios principales. La municipalidad, el centro cultural y de convenciones, la iglesia y su biblioteca Buta Piren Mahuida son parte de la vida comunitaria.

Los nombres, algunos de origen mapuche, acompañan la cotidianeidad del pueblo tanto en su hotelería como en algunas arterias, pero también se agrega la tradición de buscar los negocios, cabañas y puntos de interés “frente a”, “en la esquina de”, “al lado de”, sin nombrar la calle.

La lista de establecimientos hoteleros es larga; piedras y maderas de la zona forman parte de su construcción y componen un estilo de villa montañesa con características propias. Varios sindicatos han instalado sus hoteles en Caviahue y muestran a las claras cómo el turismo se ha integrado a los orígenes de la ciudad.

En invierno, dada la altitud, todo se cubre de nieve y las calles, techos y araucarias muestran sus contornos vestidos de blanco. Ante el frío imperante, las chimeneas aportan su calor y un cierto tono grisáceo al cielo. El centro de esquí cobra vida y reúne a miles de esquiadores y snowboarders, que aprovechan las buenas nevadas, las pistas bien mantenidas y varios medios de elevación para disfrutar de su deporte favorito.

Durante el verano muchos visitantes concurren al complejo termal de Copahue, conocido a nivel internacional por las propiedades curativas de las aguas que emergen de la tierra. También se realizan excursiones por los alrededores a lagunas, cascadas, vistas panorámicas y bosques de araucarias milenarias de gran belleza.

Los deportistas aprovechan senderos de trekking de distinto tipo de dificultad para llegar a los puntos imperdibles de la zona. La trepada hasta la cima del mítico volcán Copahue, con su boca con fuerte olor a azufre, es una de las más elegidas.

Observamos que los restaurantes del centro anunciaban platos propios de la región, donde el cordero patagónico era el gran protagonista; adobado, a la parrilla, al barro, siempre es exquisito.

Solo unas pocas manzanas componen la ciudad de Caviahue pero los lugares donde reunirse con amigos crecen año tras año. Todo gracias a la imaginación y buena onda de sus habitantes.