Es un aluvión de emociones, una experiencia para los sentidos, una sucesión de imágenes inolvidables. Todo eso genera un Boca versus River, el clásico de clásicos del fútbol argentino que, dos veces al año, paraliza un par de horas toda la población.
Boca vs. River, River vs. Boca
La inigualable rivalidad entre los dos equipos más populares del país se remonta a comienzos del siglo XX, época de fundación de la mayoría de los clubes de fútbol nacional. Boca y River comparten origen y cuna, ya que ambos nacieron de la mano de inmigrantes en la ribera sur de Buenos Aires.
Por el lado de Boca, cuyos fanáticos son apodados “xeneizes” en referencia al grupo de jóvenes genoveses que dio vida a la institución, su nacimiento data el 3 de abril de 1905. Cuatro años antes, a pocas cuadras de allí, un 25 de Mayo había sido fundado el Club Atlético River Plate.
El primer estadio de River se ubicó muy cerca de la dársena sur de la ciudad, luego hizo las veces de local en Sarandí y en Palermo hasta que, en 1939, inauguró el estadio Monumental de Núñez, que fue refaccionado en 1978. Allí se jugó el partido final de la Copa Mundial y es la cancha en la que habitualmente juega la Selección Nacional sus partidos oficiales.
La mítica Bombonera, por su parte, se inauguró en 1949. Desde aquel momento, Boca Junior juega de local en ese estadio, calificado como único por jugadores propios y rivales debido a que su arquitectura permite que el aliento de la parcialidad se escuche como en ningún otro campo de juego.
Los dos tienen una historia muy rica y plena de conquistas deportivas. Los “millonarios”, como se llama a los riverplatenses, tienen el privilegio de ser el club argentino que logró más títulos locales. El club se coronó campeón en 33 oportunidades.
Boca Juniors ganó 23 campeonatos nacionales, pero aventaja a su eterno rival en trofeos internacionales. La historia común señala que se enfrentaron profesionalmente en 184 partidos: Boca triunfó 67 veces, River lo hizo en 61 encuentros, mientras que los 56 partidos restantes finalizaron empatados.
Existe una infinidad de relatos y anécdotas de cotejos memorables. Y, por supuesto, jugadores que, a lo largo del tiempo, forjaron la historia grande de este clásico del fútbol mundial. Silvio Marzolini, Norberto Alonso, Reynaldo Merlo, Amadeo Carrizo, Roberto Mouzo y, claro está, Diego Maradona -que participó de siete enfrentamientos y anotó cinco goles- son algunas de las glorias que vistieron estas camisetas.
Pero más allá de lo que libros y memoriosos narren sobre jugadas, goles y partidos ya disputados, lo cierto es que cada vez que se vuelven a enfrentar, en el Monumental o en la Bombonera, se juega como si no existiera la historia y esta fuera la última vez que fueran a hacerlo.
Con esa entrega e intensidad viven el Boca-River los veintidós jugadores que entran al campo de juego, los miles que se encuentran en las tribunas y los millones que lo siguen por la televisión o la radio. Se trata, sin dudas, de uno de los espectáculos más emotivos del mundo.