Para aquellas señoritas que se ilusionan por competir, el reinado es una experiencia incomparable y la ocasión de representar a Mar del Plata a lo largo y ancho del país.
Todos los años, unas cincuenta jóvenes de la localidad se presentan a un concurso en el que se premia la belleza y la aptitud personal. Quien resulta electa Reina de los Pescadores será el referente de su ciudad y de la amplia familia de los pescadores del puerto de Mar del Plata.
Nuestro paso por la Fiesta Nacional de los Pescadores en el local del ex Mercado de Concentración Pesquera nos permitió ser partícipes de un acontecimiento excepcional. La reunión convoca a miles de personas que degustan platos típicos, gran atractivo para el público local y los turistas. El broche de oro de una noche llena de emociones es la coronación de su reina nacional. El jurado elije a la ganadora entre las finalistas, que hacen su pasada en vestido de noche y en traje de baño.
Pero para ellas todo se inicia mucho antes. Luego de una inscripción con una larga lista de requisitos, las participantes hacen una primera presentación ante un comité seleccionador exigente. Ellos representan a la Sociedad de Patrones Pescadores, a la dirección de turismo municipal, a la Prefectura Naval Marítima y a los diseñadores de moda locales, más la reina del año anterior.
Las señoritas viven en esa ocasión su día triunfal en el que nada está librado al azar, ya que cuentan con ayuda y asesoramiento profesional. Los nervios y expectativas de cada una se ven reflejados en esos escasos segundos de su paso por la pasarela y las entrevistas personales.
Solo doce de ellas pasan a la ronda final, donde se elige a la nueva soberana. El círculo de las posibilidades les da un nuevo respiro y ponen todo su empeño en la preparación del número artístico que se realiza durante la final, en la fiesta más esperada por la comunidad portuaria.
“¿Qué me llevó a inscribirme? Lo más importante es representar a mi ciudad y al puerto, ya que pertenezco a una familiar con tradición pesquera. También, el sueño de viajar a otros puntos del país como mensajera de esta actividad que, además, puede abrirme puertas laborales”, fue el comentario de la ganadora a los medios de comunicación congregados para el evento.
Así, la impactante figura de la nueva reina fue dejando atrás una noche llena de brillo, música y buena onda. Ella tiene por delante un año en el que todo será halagos a su persona y también, la responsabilidad de dejar bien alto el prestigio de una ciudad como Mar del Plata y su economía pesquera.