En en el interior de una clásica casa de veraneo de otra época y en sus parques exteriores se muestran expresiones de cultura, tanto de pintura y escultura como una feria de antigüedades.
Tres salas interiores de la Casa Museo Palmira Scrossopi muestran la vida y obra de una pintora del siglo pasado que, luego de varios años de largos veraneos en Villa de Merlo y enamorada de los paisajes serranos, decidió radicarse.
La amabilidad de Estela Dulcich hizo más interesante nuestra visita, ya que obtuvimos datos de su vida, de sus estudios en la Academia Nacional de las Artes y de su amistad con pintores de su época con quienes se reunía y compartía la presentación de sus obras en salas de exposición.
De acuerdo con la tradición oral, pertenecía a un grupo de artistas entre los cuales estaba Quinquela Martín. Algunas de sus obras muestran el color, el diseño y los materiales que utilizara este genial pintor en sus conocidas imágenes del puerto de la Boca a mediados del siglo XX.
Recorrimos las dos salas permanentes mientras Estela nos hacía ver cuadros originales de la artista, algunos realizados en Buenos Aires y San Isidro, y muchos retratos de sus seres queridos, todos bien preservados.
Palmira llegó a Merlo en el año 1970, cuando la población era de solo 800 personas; cuando decidió instalarse definitivamente, daba clases de pintura.
Vimos bocetos realizados con lápiz o carbonilla de sus futuras obras y otros de mayor tamaño de paisajes realizados en los alrededores de Merlo. Utilizaba distintas técnicas y materiales de pintura como el óleo, la acuarela y el pastel.
“Era excelente retratista y prueba de ello es la acuarela que le hiciera a su padre y que se exhibe en esta sala. Esa técnica es difícil para realizar rostros, no obstante lo cual observamos otros más”, comentó Estela mientras deambulábamos por los ambientes.
La galería principal se ofrece a artistas locales y nacionales y es así que a lo largo del año exponen alrededor de 300 autores y alberga habitualmente fotografías, esculturas o tallas de madera.
Entre los pintores locales, expuso Emaús Micciu con su colección “Aire de colores”. Sus composiciones realizadas con oleo muestran paisajes serranos y se dice ligado a las artes desde muy niño, cuando por tradición familiar se dedicó al impresionismo.
La casa museo es conocida por sus muestras colectivas de pintores, artistas plásticos y por las ferias de arte, artesanías y antigüedades que se realizan en sus jardines cuando el tiempo lo permite.
Agradecimos a Estela su compañía y nos despedimos con afecto. Allí donde el Sol se encuentra con la Luna, encontramos la casa donde viviera Palmira Scrossopi y esas calles llevan a una cita con el arte en forma de pinceles, oleos y arcilla.