Una salida que devela los secretos de la selva misionera a bordo de un vehículo off-road. Recorremos el frondoso Parque Nacional Iguazú participando de una experiencia enriquecedora que nos asombra.
Aprovechando que la oferta turística del Parque Nacional Iguazú es mucha y variada, decidimos realizar un safari en la selva y salir un poco del maravilloso entorno de las cataratas.
Para ello nos pusimos en contacto con el operador de excursiones Explorador Expediciones, quien se encarga de efectuar esta clase de paseos en el área de reserva del parque.
El safari consiste en un paseo de 20 km en un Jeep 4 x 4 por el sendero Yacaratiá Grande, que se encuentra cerrado al tránsito de vehículos particulares a fin de producir la menor alteración en el medio ambiente, por lo que garantiza el contacto con la naturaleza en estado puro.
Así conocimos a Mauricio –el chofer-guía de Explorador Expediciones– con quien nos dispusimos a sentir la "jungla" de Misiones lo más cerca posible. Mauricio, además de demostrarnos rápidamente sus habilidades como conductor, nos deja entrever que es un apasionado por su trabajo. Este joven pero experto guía, es un excelente intérprete de la naturaleza y actúa como nexo entre nosotros y el entorno.
Poco a poco nos internamos en las fauces de la virgen tierra colorada, que alberga a más de 2000 especies vegetales y cuya principal característica es la multiplicidad de niveles de estratificación, ocupando prácticamente todo el espacio entre el suelo y la copa de los árboles mayores, vinculados unos con otros por una maraña de enredaderas, lianas y epífitas.
Nos vemos obligados a realizar la primera parada para observar las frescas huellas dejadas por el paso de un yaguareté. La expectativa por querer verlo crece en ese instante, pero Mauricio nos explica que sería muy difícil su avistaje, ya que esta clase de felinos tiene hábitos nocturnos.
De pronto, una pequeña porción de tierra roja se mueve y desde sus entrañas aparece una “hormiga tigre” –una de las más primitivas y grandes del mundo– de 3 cm de largo. La tomamos en nuestra mano y la dejamos caminar para apreciar bien de cerca sus proporciones.
La marcha se reanuda y con ella la explicación de Mauricio. Nos cuenta que “entre los mamíferos de hábitos exclusivamente terrestres que habitan la región podemos encontrar tapires, venados, pecaríes y felinos como el yaguareté y el puma”. La zona que estamos atravesando se caracteriza por la espectacular riqueza de aves, con más de 500 especies, entre las cuales sobresalen los coloridos colibríes, fruteros, loros, tucanes y trogones.
El agreste recorrido nos conduce por la selva primaria paranaense y se empieza a destacar la altura de los vegetales de la región, que luchan por llegar a la obtención de los rayos solares. Ejemplares de palmitos, yacaratías, cedros misioneros, palos rosa, araucarias y helechos arborescentes parecen multiplicarse por doquier.
Mauricio nos presta unos largavistas para que observemos el particular despliegue de unas mariposas multicolores que vuelan para posarse en lo alto de un tronco. Admiramos el curioso camuflaje de la mariposa Hamadrya, que la hace desaparecer sobre la corteza de los árboles.
Como estamos en pleno clima subtropical una tibia llovizna, que con el tiempo se intensificó, comenzó a caer, haciendo que nos refugiáramos debajo de las copas de los árboles.
El guía nos proporcionó unas capas para lluvia, y así pudimos protegernos del inesperado chaparrón. En el interior de la selva percibimos el característico olor que había dejado una piara de pecaríes para marcar su territorio y como no quisimos alterarlos nos retiramos lentamente del lugar.
Pasado el chubasco continuamos con la expedición sorprendiéndonos con el follaje que parecía más verde que lo habitual.
Durante el regreso el guía nos explicó que la importancia de conservación del área que visitamos reside en que en ella se protegen especies que están en peligro de extinción y que aún encuentran en el Parque Nacional Iguazú las condiciones para su supervivencia.
Terminamos el safari más que satisfechos por los momentos vividos y agradecidos con Mauricio por el elocuente relato que nos había brindado.