En las cercanías de la ciudad, el glaciar Martial se destaca como opción para los amantes de la naturaleza.
Con una vista privilegiada de la bahía, a pocos kilómetros del centro de la ciudad y con la posibilidad de ser visitado durante todo el año, uno de los atractivos naturales más importantes de la zona es el glaciar Martial.
El ascenso
Ubicado a 1.050 metros sobre el nivel del mar, el glaciar Martial fue bautizado en honor al explorador Luis Fernando Martial, jefe de la expedición francesa que en 1883 llegó a la zona con propósitos científicos. Para llegar a él se debe tomar el camino serpenteante que dibuja la calle homónima, prolijamente pavimentada y bien señalizada. Durante el invierno, la calle se mantiene limpia de nieve para garantizar el tránsito seguro.
En época estival el sitio es ideal para realizar actividades como el trekking; se puede elegir diferentes tipos de dificultad en los itinerarios, así como la duración de las caminatas. Durante el invierno, la nieve lo cubre todo, pero el Martial no deja de ofrecer posibilidades a los visitantes: el centro de esquí abre sus puertas con una superficie de 56 kilómetros cuadrados; una aerosilla facilita el ascenso. En él se destaca la actividad de esquí alpino para los que cuenten con más experiencia en el deporte, ya que brinda la posibilidad de experimentar sus pendientes “fuera de pista”.
Entre las nubes
Mientras la aerosilla acerca al visitante hasta el inicio de los senderos que permiten el ascenso al glaciar, se puede observar las mejores vistas de la ciudad, el Canal de Beagle y sus islas. Al final del recorrido, se encuentra el refugio del Club Andino de Ushuaia y la senda que permite acceder a la base del glaciar. Los últimos tramos se recorren junto al curso de un pequeño río de montaña.
En este sitio existe la posibilidad de seguir la caminata sobre el hielo. Aunque el ascenso no presenta gran dificultad, la pendiente más exigente es la que se encuentra al principio. De cualquier manera, recomendamos al visitante algún tipo de experiencia en estas actividades, ya que se debe contar con el equipo adecuado. En caso de realizarse el ascenso durante la primavera o el otoño, se debe tener especial cuidado con las grietas que puedan producirse en los puentes de hielo.
En lo más alto del recorrido se observa el final del Valle de Andorra, el glaciar Vinciguerra y el cerro homónimo, además de las mejores postales del Canal de Beagle y las islas Navarino y Hoste.
Otras posibilidades
También existen otras posibilidades para el visitante que elija no realizar la actividad sobre el hielo. En ese caso, se puede optar por el ascenso al Cañadón Negro, un gran valle que se abre a la derecha de la base del glaciar Martial. En la parte más elevada del cañadón se encuentra un pequeño anfiteatro, desde el que se puede obtener otras vistas de las islas del Canal de Beagle.
Hacia abajo
Continuando el camino recorrido inicialmente para el ascenso, se llega hasta la aerosilla que llevará al visitante hacia el estacionamiento, donde se puede disfrutar un té y unas tortas regionales en las diferentes confiterías y casas de té de la zona. También se puede bajar por la calle Martial caminando, para obtener hermosas postales de la ciudad.