En el barrio de La Boca, una propuesta cultural sorprende por su propia inspiración. El Museo Histórico de Cera invita a descubrir la historia con una mirada diferente.
En pleno barrio de La Boca, en una vieja casona de estilo renacentista italiano construida en 1902, el Museo Histórico de Cera invita a conocer la historia del sur de la provincia de Buenos Aires, un importante acervo de interés cultural que se presenta de forma muy didáctica para todo tipo de público.
Más que figuras de cera
El experto en ceroplástica, taxidermista y restaurador de obras de arte, Domingo Tellechea, inauguró en 1980 este museo con el objetivo de crear un espacio cultural diferente, un sitio que diera lugar tanto a la investigación como a la curiosidad por entender momentos importantes de la historia de los argentinos mediante elementos o personajes significativos elaborados con la técnica de ceroplástica.
El paseo entre personajes conocidos que nos observan pasar intenta que registremos de forma más sencilla hechos de la historia vinculados con aquellos que habitan la casona de La Boca. Las vivencias de los conquistadores como Pedro de Mendoza y Juan de Garay hablan de las fundaciones de Buenos Aires. La fundación es un vínculo eterno con la patria. Así el poeta Borges dice: “¿Y fue por este río de sueñera y de barro que las proas vinieron a fundarme la patria? Irían a los tumbos los barquitos pintados entre los camalotes de la corriente zaina”.
El recorrido por el pasado lleva hasta las expediciones en las fronteras, la libertad del gaucho, los testimonios de los caciques de la región pampeana… Todos se dan cita en el museo, donde no falta el hombre de campo y gobernador poderoso de la provincia. Los colores de Quinquela y los compases de Juan de Dios Filiberto dieron con los tonos de La Boca y su típica postal.
Este valor didáctico y educativo se amplía con diferentes perspectivas de la institución. Desde la propia esencia del museo y sus personajes insertos en uno de los barrios de principios de siglo, se exponen la epopeya del sur, el primer asentamiento de la ciudad, la llegada de los inmigrantes europeos, la vida cotidiana, los trabajadores de los astilleros, los característicos conventillos, la calle Caminito, la vida y obra de Quinquela Martín, los artistas plásticos y el puerto de La Boca.
Gracias al trabajo inspirador de Tellechea, el arte en cera y la maleabilidad de este material, un viaje de relatos y leyendas transporta a los visitantes para experimentar la historia y escuchar las voces de los algunos de sus más importantes protagonistas desde los orígenes de Buenos Aires hasta la actualidad. No se trata solo de figuras de cera, sino de la dimensión que se crea a partir de la ambientación necesaria para sentir en la piel la proyección de esa historia. De esta manera, el arte y la historia van de la mano en una simbiosis perfecta.
El Museo Histórico de Cera ha sido declarado de Interés Cultural por la Secretaría de Cultura de la Ciudad, Sitio de Interés Cultural por el Honorable Consejo Deliberante de la Ciudad y Patrimonio Histórico Cultural por el Gobierno de la Ciudad.