Cuando los corazones invadieron Buenos Aires

Corazones de todos los colores que se puedan imaginar, del mismo tamaño y forma, pero todos tan distintos que es imposible no detenerse a admirar cada una de sus particularidades.


Corazones Vivos para todos

Con el slogan de ser la primera muestra de arte urbano a cielo abierto, “Corazones Vivos” representó una movida cultural y artística al aire libre que en los espacios púbicos (calles y parques de la ciudad) demostró que el arte también puede ser popular y no por eso dejar de ser exquisito.

Turistas e interesados pudieron disfrutar de esta exhibición en la plaza San Martín, en las avenidas Del Libertador, Córdoba, Santa Fe, 9 de Julio y la calle Florida, al igual que en muchas estaciones del subterráneo o shoppings de la ciudad. También se encontraron estas esculturas en las Galerías Pacífico, en La Recova de Posadas, en el majestuoso Alvear Palace Hotel o en la Cancillería Argentina.

Con el apoyo del Ministerio de Cultura del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y con un jurado de selección convocado especialmente para dicha tarea, se eligieron 200 corazones entre los bocetos que presentaron todos los participantes.

Estos artistas y creadores llegaron a la consigna provenientes del mundo de las artes visuales, las tendencias estéticas, la pintura, la escultura y el diseño, pero también hubo estudiantes y académicos que salieron a mostrar lo que durante años han enseñado las universidades.

Final para el día de los enamorados

La cita fue del 31 de agosto al 13 de septiembre en los pabellones de La Rural de Palermo. Allí los artistas elegidos se encargaron de materializar sus bocetos y transformarlos en obras reales.

Corazones blancos de fibra de vidrio que medían 1,20 x 1,40 comenzaron a cobrar color y a encontrar padrinos y sponsors: grandes empresas e instituciones que querían solidarizarse con esta noble causa.

Entre los artistas más destacados aparecen Martiniano Arce, Pérez Celis, Clorindo Testa, Eduardo Pla, Ana Eckell y Ernesto Pesce, además de otros que también abordaron la causa como propia.

La muestra cerró el 14 de febrero, día de san Valentín o de los enamorados y en el mes de marzo de 2007, se subastaron los corazones a los mejores postores. Con gran éxito, los corazones más preciados fueron los de Perez Célis, Ana Fabry y Evelyn Fuhr, vendidas en 10mil pesos cada uno. También se subastó el corazón realizado por el artista joyero Juan Zanotti, de coral y con incrustaciones en oro y brillantes, que fue adquirido por un comprador con una oferta bajo sobre de 25mil pesos.

En total la recaudación alcanzó 240.000 pesos, que fueron destinados a la Fundación Favaloro para solventar los transplantes de corazón en pacientes sin recursos económicos, financiar la asistencia médica y los estudios cardiovasculares, así como también desarrollar programas de prevención, investigación y docencia.