Estando en Puerto Madero, visitamos una de las construcciones más tradicionales y a la vez atípicas de la zona: la ex Cervecería Múnich, hoy hogar del Centro de Museos de Buenos Aires.
Pocos edificios de
Buenos Aires pueden resultar tan atractivos y evocadores como lo que alguna vez fuera la Cervecería Múnich, en el corazón de la Costanera Sur, vestigio de un pasado de esplendor y promesa de un nuevo futuro.
Un universo de detalles
Visitar esta construcción que se inauguró en 1927 es casi como saborearla. Cada paso por sus jardines o por su interior nos trae la sorpresa de un nuevo relieve, un nuevo dibujo, una figura que nos acompaña como el amigo de una época en la que se le prestaba más atención a los detalles.
Un refresco en la sombra
Diseñado por Andrés Kálnay (arquitecto húngaro emigrado a la Argentina), el edificio de la Cervecería Múnich se levantó en lo que era uno de los paseos más visitados por los porteños en las primeras décadas del siglo XX. En los días de calor, todos se acercaban hasta la Costanera para darse un chapuzón.
La sombra reparadora y alegre (frecuentada por las más importantes personalidades de su momento) que ofrecía la cervecería de a poco se fue vaciando hasta que a principios de la década de 1970, en consonancia con la decadencia general de la Costanera Sur, tuvo que cerrar sus puertas.