Durante el verano, el litoral marítimo argentino es invadido por millares de turistas que buscan sol, agua y playa. Muchos de ellos son pescadores que además de lo anterior buscan pescar, pescar y pescar.
Los meses cálidos del verano resultan ideales para pescar, ya que la mayoría de las especies se activa con el calor. En el mar los grandes peces cazadores se acercan a las costas persiguiendo a los más chicos, lo cual aprovechan los pescadores deportivos.
Desde la localidad de San Clemente del Tuyú hasta el extremo final del continente americano, todo el litoral marítimo brinda excelentes oportunidades para practicar la actividad con especies de gran valor deportivo y nutricional. Ya sea de costa o embarcado, de un muelle o directamente desde la arena, en todos los casos la pesca se vuelve una de las actividades protagonistas de los amaneceres e incluso de la noche.
Basta con ver los muelles arrebatados de gente que, mediomundos en mano, trata de dar caza a los pejerreyes que se acercan a la superficie, mientras estos son víctima del ataque de grandes lenguados que se encuentran cazando. Una centena de pescadores espera que el sonido de la chicharra del reel les avise que del otro lado de la línea se ha prendido una gran corvina negra, un cazón o algún gran tiburón que de noche se arrima a la costa.
Mar del Plata es sinónimo de grandes y populares pescas. Desde su coqueto puerto todos los días del año salen embarcaciones para internarse en el mar y así satisfacer las ansias del pescador. Durante la estación estival, estos viajes se multiplican y hay que anotarse un día antes para zarpar en busca de grandes meros, besugos rosados, corvinas, brótolas, lenguados y anchoas, a los que se suman peces que de acuerdo con las corrientes marinas frías o calientes ingresan a tiro de caña.
Pero a lo largo de la costa atlántica también existen otras ciudades costeras donde gomones y semirrigidos parten al amanecer y regresan al mediodía con cajones llenos de pescados. Los pescadores saben que a tan solo algunos cientos de metros de la costa las posibilidades de captura aumentan notablemente, ya que, además de ser menor el ruido, aumenta la profundidad del mar y esto gusta a los peces grandes.
Sin embargo, hay quienes optan por quedare en tierra firme y aprovechan los primeros destellos del amanecer para intentar sus capturas. Desde costa también se han obtenido grandes peces como corvinas rubias y negras, rayas, lenguados, brótolas y hasta tiburones de más de cien kilogramos.
Tentados con almejas o con anchoítas, los peces no resisten el llamado del pescador, cuya pasión le ha llevado a organizar concursos multitudinarios uniendo varias ciudades costeras y logrando convocar a miles de fanáticos de la caña y el reel que llegan tan sólo a soñar con el pez de sus vidas.
Cercana al mar generalmente se encuentra gran cantidad de lagunas bonaerenses donde en verano también se pescan especies de gran valor deportivo, como la tararira. Cuando el tiempo no acompaña, las lagunas son el lugar elegido por miles de pescadores que quieren seguir pescando. Hacia ellas se dirigen y ellas los esperan gustosas.