El amplio Río de la Plata, junto a otros pesqueros del Delta, resulta ideal para capturar pejerreyes durante la temporada invernal que se extiende desde abril hasta septiembre.
La pesca de pejerreyes en el estuario es algo soñado por los amantes de la especie, debido a los grandes ejemplares que allí se obtienen.
Pero no se trata de una pesca fácil. La influencia de la luna, las mareas y los vientos cobran protagonismo en este tipo de pesca. Hay que pescar embarcado y contar con la presencia de un guía, cuya experiencia resulta fundamental para iniciar correctamente la búsqueda de estos codiciados trofeos por la inmensidad del hermoso río color de león.
Si bien esto significa que el gasto de combustible es grande, bien vale la pena intentarlo. Una vez ubicados los peces, los piques se dan casi en superficie, por lo que es posible notar a simple vista la presencia de pejerreyes cortando el agua con sus aletas y emitiendo grandes borbollones, indicios indudables de que estamos ante la presencia de los más grandes...
Entre los meses de octubre y noviembre, el Río de la Plata y su Delta ofrecen grandes bagres de mar en aguas abiertas. Esta especie, que proviene del litoral marítimo, se introduce en el estuario del Plata. Allí se la pesca ofreciéndole como carnada calamares frescos, que conforman su dieta habitual en las aguas del mar salado.
Una vez instalado el calor de diciembre, la boga es, junto a la tararira, el deleite de todos los ríos y arroyos del Delta.
Dueña de una dentadura muy parecida a la humana y de una sutileza increíble a la hora de comer, se la pesca con todo tipo de cebos, en especial aquellos elaborados con harinas de trigo y maíz, lombrices, granos de maíz naturales y chorizo colorado, además de salame y quesos, entre tantas otras carnadas que la tientan.
Los mismos pesqueros que en invierno resultan aptos para la pesca del pejerrey son visitados en verano por miles de especies forrajeras, entre las que se destacan mojarras, dentudos y bagres amarillos.
Estos pequeños peces atraen la presencia de los grandes predadores del norte argentino como son el dorado, el surubí y el patí, que aunque no alcanzan los portes tradicionales que obtienen aguas arriba de los ríos Uruguay y Paraná, son igualmente especies calificadas para los pescadores deportivos cercanos a la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores.
Se los ubica en las zonas más profundas del Río de la Plata, denominadas pozos, y en los también caudalosos ríos Paraná de las Palmas y Paraná Guazú. También en ríos de menor caudal como el Paraná Miní, el Paraná Bravo, el río Barca Grande y los innumerables riachos que atraviesan la isla Talavera.
En la zona de los Bajos del Temor y Punta Morán, estas especies buscan las correderas de agua que se forman entre los grandes bancos de arena y esperan la salida de los pequeños peces que conforman su dieta diaria.
Se utilizan las mismas carnadas que en el norte argentino: bagres amarillos, sábalos, morenas, bogas y anguilas, aunque los equipos de pesca suelen ser un poco más livianos. Predominan las cañas enterizas con reels rotativos medianos cargados con sedal de 0,50 milímetros, y líneas de fondo y flote con leader antes del anzuelo, para evitar los cortes de estos grandes peces cazadores.
Navegando aguas afuera, se llega a los Pozos del Barca Grande, otro gran pesquero que, junto al canal Emilio Mitre y Playa Honda con sus amplias depresiones y zonas de palos, aseguran las mejores capturas de la primera sección del Plata. En la segunda sección del Delta, el río Paraná de las Palmas, en su desembocadura con el río De la Plata, da origen a grandes pesqueros como Los Bajos del Temor y Punta Morán. El río Paraná Guazú y el Paraná Bravo, ya en la tercera sección del delta son, junto a Punta Gorda y Nueva Palmira -estos últimos del lado uruguayo- otros grandes pesqueros para el final de la temporada, cuando el frío del invierno ya se halla instalado. El río Uruguay es otro muy buen pesquero.
En la costa uruguaya la cantidad y calidad de las capturas mejora notablemente, y es hacia allí donde parten la mayoría de los pescadores desde las guarderías del Tigre. Desde Colonia del Sacramento hasta la isla Martín García se dan las mejores capturas.