Chamigo pescador es más que un saludo. Significa en guaraní "amigo pescador" y resulta una frase de culto para los amantes de la pesca deportiva. Si bien el popular dicho nació en la provincia de Corrientes, se extendió rápidamente por toda la cuenca del río Paraná, sus afluentes, riachos e islas.
El lecho de barro y piedra del río Paraná (en guaraní padre de las aguas) enturbia sus aguas debajo de la provincia de Misiones. Mientras el río atraviesa la costa correntina y la orilla del vecino Paraguay, recibe gran cantidad de sedimentos de arroyos, riachos y ríos que no sólo vuelcan su turbidez al gran río, sino también especies forrajeras como cardúmenes de mojarras, dentudos y bagres, constituyendo éstos la dieta principal de los grandes predadores.
El dorado es el pez más hermoso que habita las aguas del río Paraná. Bautizado como el "tigre de los ríos", su temple y voracidad cazadora a la hora de conseguir su alimento fundamentan de manera perfecta el bien merecido mote. No existe en la pesca deportiva especie tan luchadora. Dueño de una dentadura impresionante, una vez clavado el dorado comienza a realizar grandes saltos acrobáticos que le aumentan la emoción a esta pesca. La lucha contra este gran pez suele durar largos minutos de tensión y adrenalina. La pesca del dorado es considerada como una de las mejores a nivel mundial. Paso de la Patria, frente a la isla del Cerrito, es visitada todos los años por pescadores de todo el mundo que llegan para participar de la Fiesta Internacional del Dorado en las aguas del Río Paraná.
El surubí es otro de los grandes trofeos que atesora el Paraná. En el río abierto se lo ubica en los sectores costeros y veriles más profundos. Pero su territorio son los canales y riachos poblados de viejos árboles y raigones que predominan en los pesqueros correntinos de Goya, donde todos los años tiene cita la Fiesta Nacional del Surubí.
Más al norte, Itatí, Ita Ibaté e Ituzaingó, son también excelentes pesqueros, donde además de los tradicionales surubíes se capturan las especies pintado y atigrado.
El pacú es otra de las grandes especies buscada por los pescadores deportivos del norte argentino. Su carne es maravillosa. Su dieta alimentaria son frutas y semillas que caen de los árboles. Se lo pesca en canales y riachos de lenta o nula correntada que resultan el hábitat natural de la especie.
El ancho río atraviesa las provincias de Misiones, Chaco, Corrientes, Santa Fe y Entre Ríos, hasta desembocar finalmente en el delta del Río de la Plata.
La pesca es buena en casi todo su recorrido, pero resulta espectacular a lo largo de toda la provincia de Corrientes. Allí, pesqueros como Esquina, Reconquista, Goya, Bella Vista, Empedrado, Corrientes capital, Resistencia, la famosa Isla del Cerrito y Paso de la Patria, son destino obligado de millares de pescadores que todos los años se acercan para capturar las grandes especies del río.
Antes de que el Paraná desemboque en el Río de la Plata, aparece La Paz, que resulta el mejor de los pesqueros que tiene la provincia de Entre Ríos. Allí el río conforma un delta interior con bancos y correderas, arroyos, riachos y lagunas que resultan sitios ideales para la "variada" del río, incluidos los grandes predadores como el dorado, la tararira y el surubí.